La Tierra errante, dirigida por Frant Gwo en 2019, es una audaz película china de ciencia ficción inspirada en la obra de Cixin Liu. El libro lo había leído unos meses atrás y desconocía que existía una película basada en él: ha sido una grata sorpresa.
La cinta presenta un futuro apocalíptico donde la humanidad debe desplazar la Tierra fuera del sistema solar debido a la expansión del Sol. El planeta se convierte en una gran nave espacial con millones de motores para desorbitarse y buscar un nuevo hogar en otro sistema solar, escapando de la amenaza de la estrella moribunda.
Cixin Liu, uno de los más destacados escritores actuales de la ciencia ficción mundial.
Uno de los mayores aciertos es su espectacularidad técnica. Los efectos visuales, desde ciudades congeladas hasta colisiones planetarias, rivalizan con lo que estamos acostumbrado en ver en películas de Hollywood. La escala monumental de la narrativa —motores de fusión planetarios, una Tierra convertida en nave espacial— refleja la creciente capacidad del cine chino para competir en el género. Sin embargo, el guion sacrifica profundidad por espectáculo. Creo que los personajes son arquetipos (el héroe sacrificado, el científico brillante) y sus diálogos a veces rozan lo pretencioso, dificultando la conexión emocional.
La espectacularidad de la puesta en escena es innegable.
El ritmo es un punto débil: la película alterna secuencias trepidantes con pausas abruptas llenas de explicaciones técnicas o discursos patrióticos, algo común en el cine blockbuster chino. Aun así, la trama logra mantener tensión, especialmente en el clímax, donde ingeniería y sacrificio humano se entrelazan.
Uno de los vehículos de las unidades de salvamento que aparecen profusamente en la película (en la imagen de más arriba se pueden divisar)
En definitiva, La Tierra errante es un hito importante para la ciencia ficción, demostrando que China puede producir grandes espectáculos con sello propio. Aunque adolece de algunos clichés narrativos y personajes poco desarrollados, su imaginación visual y su audacia conceptual la hacen digna de ver para los amantes del género.