Aquí os dejo mi opinión sobre la serie que Netflix ha creado basada en el libro homónimo del galardonado autor chino Liu Cixin. Si no estáis suscritos a la plataforma de la «N» naranja, hay otros sitios donde verla: ahí lo dejo.
Leí el libro, bueno la trilogía, hace seis años y caí rendido a los pies del autor: idea novedosa, personajes profundos, contexto social y político, original planteamiento, ciencia y ciencia-ficción.
Liu Cixin plantea, un sistema estelar triple, donde un planeta orbita alrededor de tres soles (el problema de los tres cuerpos no resuelto por la ciencia). Profundiza, por ejemplo, en las consecuencias climáticas que para los habitantes del planeta serían devastadoras. Las civilizaciones en el planeta aparecen y desaparecen de forma intermitente: solo les queda emigrar a otro planeta.
En primer lugar quiero decir que he disfrutado de ella. David Benioff y D.B. Weiss han aplicado todo lo que aprendieron en «Juego de tronos» para realizar una serie a la altura de su buen hacer. La serie destaca visualmente el, a veces, intricado argumento del libro. Algunos ejemplos: la cuenta atrás que en el libro angustia a personajes y al lector, es aquí visualmente más moderado; algunos problemas matemáticos se muestran fácil de digerir; el videojuego es atractivo y muy actual, aplicando nanotecnología y recursos visuales impactantes y, por finalizar, un ordenador humano compuesto por treinta millones de soldados. Al final de la entrada hay una sorpresa.
Pero (siempre hay un pero), se aleja del libro adaptando algunas escenas y personajes al gusto estadounidense. Veamos:
1) Hay un cambio muy evidente que es la creación de un grupo de cinco jóvenes físicos de Oxford que se reparten varias características de los personajes originales chinos de la novela.Y claro, el pensamiento correcto es que haya dos blancos, un negro, una mujer asiática y otra latina.
Los cinco primeros son los físicos.
2) En el libro, para incrementar y posibilitar las comunicaciones estelares, se explaya con detalle el uso del sol como amplificador de las ondas de radio. En la serie se pasa de puntillas.
3) En bastantes ocasiones la serie se aparta de las reflexiones de Liu Cixin sobre la sociología de los grupos que desean la llegada de los trisolarios o sobre los aspectos de la evolución y la ecología.
4) Hay que destacar que el libro es, en el contexto y los personajes, totalmente chino. Destaca la importancia de la ciencia y la tecnología para la sociedad china, el cierto pesimismo para afrontar el desastre de la llegada alienígena o como la revolución cultural de los años sesenta sigue teniendo flecos en la actualidad. La serie apenas presta atención a estos detalles.
Parece que la serie de ocho capítulos, está triunfando en la plataforma, aunque hay una pega que muchos lectores de la novela le están encontrando, entre ellos, yo: no es tan fiel como podría a la obra de Liu Cixin.
Pero hete aquí que la cosa puede mejorar.
Existe una serie con el nombre «Los tres cuerpos», de factura china, con treinta capítulos que supera ampliamente a la de Netflix. Todos los peros anteriores, son superados con creces en esta. Debo decir que he visto los primeros siete capítulos y estoy impresionado.
Lo que aparece en el primer capítulo de El problema de los tres cuerpos, el «guiño» que hace el universo al personaje, aquí sale en el sexto. Por cierto, el universo no puede «guiñar» y en la serie de Netflix es una barbaridad científica, aunque eso sí, sorprende a los espectadores. En la serie china se ajusta a la realidad: es el fondo de radiación de microondas, que emite en el rango de los 2,725 K.
El fondo de radiación de microondas en la serie china.
En fin, la serie hay que verla, se disfruta y será un acontecimiento a la altura de las buenas series televisivas.