LA CONTAMINACIÓN
Conviene diferenciar entre tiempo meteorológico y clima. Cuando hablamos del primer caso, nos estamos refiriendo a las condiciones meteorológicas en un momento concreto. Por ejemplo, hoy hace un día lluvioso. En el segundo caso, nos referimos a las condiciones que son habituales en un lugar determinado. Es decir, el clima en Andalucía en cálido.
La contaminación es uno de los graves problemas que enfrenta la humanidad. En los últimos 100 años el aire, el agua y el suelo de nuestro planeta han experimentado los efectos de este fenómeno a gran escala, siendo la responsable del cambio climático que está sufriendo el planeta.
Los cambios climáticos ha existido desde el comienzo de nuestro planeta como tal. Se ha debido a múltiples causas y en la mayoría de los casos, por la suma de varias. En el pasado algunos de estos cambios climáticos se ha debido a causas tales cómo los cambios en los parámetros orbitales, el vulcanismo, caída de meteoritos, cambios en la radiación solar y otras.
Sin embargo, los cambios que están observando los científicos y sufrimos todos los habitantes de la Tierra en las últimas décadas, se debe sobre todo a causa de las actividades humanas, contaminación antropogénica. La contaminación se produce cuando se incorporan al ambiente, de manera natural o artificial, elementos biológicos, químicos o físicos que lo alteran, perturbando el equilibrio ecológico, poniendo en peligro la supervivencia de miles de especies y afectando de manera adversa la salud humana. La contaminación trasciende las fronteras de los países y daña a la naturaleza de manera drástica, a veces de forma irreversible. Ejemplo de los muchos perjuicios que ocasiona son el cambio climático global, la alteración de los ciclos naturales de intercambio de materia y energía, la eutrofización de los lagos, las mareas negras y la degradación de los suelos, entre varios otros.
Es bastante común decir «el aire está sucio» o «el aire está contaminado». Llamamos aire a la mezcla de gases existente en la atmósfera. El aire puro (tiene gracia hablar de aire puro), contiene un 78% de nitrógeno, 21 de oxígeno y cantidades muy pequeñas de dióxido de carbono, metano, hidrógeno, argón y otros.
La atmósfera terrestre es un sistema dinámico de gases en continuo intercambio de materia y energía con el medio ambiente del planeta. Está compuesta por varias capas, siendo la más importante para la vida, la troposfera, dado que es ahí dónde se producen los cambios meteorológicos y climáticos que nos afectan.
La mayor parte de la contaminación del aire es resultado de la adición de gases contaminantes, en su mayor parte originados por la actividad humana en las emisiones industriales procedentes de la quema de combustibles fósiles, así cómo del transporte (coches, camiones, autobuses, barcos y aviones), o la emisión de disolventes, limpiadores y otros contaminantes propios de la actividad humana.
